Ernesto

Si mal no recuerdo, doctor en Biología por su alma mater, hombre de varias muchas décadas e incontable energía que el tiempo y los tiempos no pudieron intimidar. Se integró al proyecto voluntariamente, y como buen biólogo, por un experimento familiar. Lector de tiempo libre y escribano de noche: imagen imborrable de aquellos momentos silenciosos y personales, su libreta seguro guarda más recuerdos que este blog. Atento auditorio a problemas, reflexiones y temas varios. Nos presentó a Oli en ausencia, creando en nuestra mente una imagen un tanto mítica y familiar a la vez. Comprometido hasta el final con sus objetivos personales y de trabajo voluntario. Como todos, también fue víctima de las circunstancias y nos mostró que es un ser humano, con todo lo que esto representa, su ventaja: la experiencia.

En muchas ocasiones fue un joven entre tantos viejos, en otras estuvimos a la par.

Un buen recuerdo, una buena experiencia, un buen compañero. Relevo de Walter y Erika.