La chica agridulce de la brigada: coqueta, femenina y ordenada, no pierde el estilo ni en las más duras condiciones y sabe que cada cosa tiene su lugar; posee un singular sentido del humor un tanto ácido y duro, y cuando se siente atacada se defiende y lo hace muy bien: nadie puede contra ella (al menos no los que vivimos con ella).
Cuando conjuga su defensa con su humor es peligrosa: su lengua trabajaba sin reparo contra Fernando y lo hacía como nadie en el lugar, y todos, en alguna ocasión, dijimos touché frente a ella; pero entrados en confianza ella es un buen auditorio para las penas y/o confidencias, sabe escuchar y dar una opinión, acompaña estos momentos con osos de gomita y sabe hacerte sentir bien, su plática es interminable, la mejor conversadora que he conocido para todo tipo de público.
Su forma de ser tiene para todos: es una güerita simpática y versátil.
Posterior a su estancia de cinco meses en Xalpatlahuac, se mudó al vecino municipio de Huamuxtitlán por otros seis meses, previamente se despidió sin saber que regresaría a la montaña. En Huamuxtitlán vivió otra historia, pero de eso ya no tengo constancia.
*Elizabeth: si llegas a ver esto, no tengo otra foto tuya donde salgas sola.
** Esa cueva no era la de ella, estaba de visita en el cuarto contiguo.
** Esa cueva no era la de ella, estaba de visita en el cuarto contiguo.
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